unos abuelitos muy juguetones
Cada vez que veo a los típicos universitarios que van de graciosillos y se meten con la gente mayor, a parte de revolverseme las tripas, me producen lástima y risa a la vez porque creen que se las saben todas y es prácticamente seguro que esos abuelos de los que se ríen han tenido una vida increíble y se lo han pasado muchísimo mejor que ellos, por su puesto sexualmente hablando. Ésta pareja de cincuentones demuestra que no necesariamente cuando se es viejo hay que abandonar la práctica del sexo, todo lo contrario, se puede depurar la técnica y llegar a extremos mucho más excitantes como sucede con el fisting.