Universitaria española gozando a cuatro patas
Los estudios pueden esperar para la española, cuando tenga por fin todo lo que quiere, entonces podrá irse a Andorra y no seguir alimentando un estado parasito que lo único que hace es consumir impuestos como un pozo sin fondo. Entonces es justo que invierta su tiempo en algo que le dé más placer como es follar. A cuatro patas como a una perra desvergonzada es que le gusta. Así mismo es como lo hace su compañero quien sabe que ella no es su novio y que le entrega el coño a quien ella quiera, pero qe no dejara de meterle la polla solo por esa pequeñez.