Una buena madre no deja que su hijo se masturbe
La alberca estaba muy fresca y ella aprovecha para tomar un poco de sol sin dañar su piel, no quiere llenarse de pecas y tampoco quiere estar muy blanca con aspecto enfermizo, pero cuando ya siente que esta lista para una ducha, encuentra a pequeño con un problema que no puede resolver. Y como toda buena madre, no puede dejar que su hijo se masturbe ya que para eso ella tiene boca y coño. Entonces se pone a hacerle una mamada y luego que ve que está listo, abre las piernas para que le dé una follada y se quite las ganas hasta correrse.