Tía, como no llegabas, me follé a tu vecino en un aseo
Esta zorrita caliente no está para perder el tiempo, tiene que vivir la vida al máximo. Quedó en visitar a su amiga en su casa, pero la otra le advirtió que quizá tardara un poco, que la esperara en el vestíbulo. Y allí estaba ella cuando de repente bajó un vecino macizo, con un culo estupendo y un paquete que se comió con los ojos. ¿Por qué no ligárselo y esperar a su amiga echando un polvo? Saludó al tío y este, nada más verla, supo que se las veía con una jovencita viciosa. No tardaron nada en ir a la cafetería de la esquina, meterse en un aseo, y follar contra el lavabo como descosidos.