Su padrastro le da un masaje y no se puede resistir
Los dolores no dejan en paz y ella insiste que con esos aceites que parece que son lo mismo que se ha usado hace siglos, pero que para ella parecen tener propiedades mágicas. Aun así, él no la puede contradecir, no tiene el corazón para hacerlo, desde que su madre los abandono, solo quiere hacerla feliz. Solo que la jovencita parece que necesita un masaje que su padrastro le tiene que dar y este, al ver su rico y rosado coño, no se puede resistir. No se le puede culpar, era lo que tenía que pasar luego que ella le hizo una mamada de polla y lo incito a darle una follada.