Sobre la silla su padrastro le da una buena clavada
Su madre se va a trabajar y espera, que con tanto esfuerzo que hace en un empleo que no le gusta y que jamás en su juventud soñó hacer, valga la pena para que su pequeña hija pueda tener un mejor futuro del que ella misma tuvo. En su casa, su marido debe cuidar que todo esté bien, solo que ella no sabe que mientras no está en casa, la zorrita que trajo al mundo, recibe una buena clavada por parte de su padrastro sobre la silla del comedor. Ahí mismo donde comparten la cena, también comparte la polla de ese hombre y la muy perversa, la disfruta dentro de su coño.