Sentado en el sofá mientras la cerda se come su polla
Su mujer se va a al mercado porque insiste en que tiene que escoger ella misma las frutas y las legumbres. Tiene un conflicto con algunas cosas que dicen que no son iguales si no son orgánicas y esas paranoias que acumulan las cuarentonas. Él, se queda sentado en el sofá mientras la cerda de su hijastra se come su polla. Le hace una buena mamada que además, de hacer que se corra varias veces dentro de su boca, también hace que sienta que vale la pena seguir en ese matrimonio moderno y extraño de nuestros tiempos. Ya igual lo único que le importa es correrse.