Pequeña jovencita sentada sobre el pollón de un viejo
Las olimpiadas se acercan y ella quiere estar en forma, se ejercita muy duro todos los días y su entrenador es un hombre al que todas las chicas del gimnasio prefieren, aunque ella no entendía la razón. El viejo no hace nada más que estar en su oficina hasta el día que salió a sugerirle algo y saco el pollón que tiene. Ahora estaba todo más claro para la pequeña jovencita quien impresionada solo quería tenerla dentro de su boca para hacerle una mamada. Una polla tan grande era nuevo para ella y no se iba a ir sin estar sentada sobre esa verga un buen rato hasta que su coño estuviera feliz.