Negra con culazo esperando a cuatro patas
La casa de sus sueños estaba ahí, ya era suya y venía con alberca incluida como siempre lo soñó. Ahora solo le quedaba disfrutar de las mañanas a solas donde solo vería como sale el sol y como se pone mientras él no hace nada. Solo que no planeo tener una vecina negra que estuviese tan buena y que la negra tuviese un culazo tan provocativo. Siempre está esperando a cuatro patas para que él, con su enorme polla larga, llegue a penetrarla y darle una follada que la mujer pueda disfrutar. Eso todos los días y es como tener una mujer, solo que si la puede follar.