Mi hermanastra otra vez cachonda, ¡me la voy a follar!
No es la primera vez que este cerdo se dedica a espiar a su hermanastra, poniendo la oreja en la puerta de su dormitorio. Justo por eso, sabe que la cerda jovencita se masturba varias veces al día, y a él lo tienen cardíaco, deseando follarla. Al entrar por sorpresa, pudo pillarle el vibrador con el que se jodía ella misma; y ahí fue donde pudo pillar la ocasión. La chantajeó con contarle a sus padres lo guarra que era, mostrando su dildo como prueba de sus masturbaciones. La chica, por supuesto, no podía consentirlo, así que accedió a sus deseos; y en realidad solo era uno, que le comiera la polla y se abriera de piernas para él.