Le duele por el culo pero no quiere que se la saquen
Algunas veces sentimos que no podemos soportar algo pero queremos soportarlo. Un ejemplo es un brazo dormido, no quieres sentir la sensación del hormigueo pero tampoco quieres tener dormido para siempre. Entonces es el precio a pagar. Como también vemos en el caso de esta zorra que le duele cuando se la meten por el culo pero no quiere se la saquen. Eso porque le gustan las folladas anales pero también le duele un poco, que lo que le gusta es que le duela y entonces entra en una especie de paradoja. Lo cierto es que la clavan como una puta.