La rubia despierta esposada y con una polla en el coño
Las fiestas son lo suyo, cree que su juventud es el momento exacto para creer un tendencia de alcoholismo en su organismo y además tener todo el sexo que pueda tener antes de descubrir que está destinada a una rutina agobiante. Así que ese día que despierta en una casa extraña y además esposada, no entro en pánico. Si no tienes dinero, no hay nada que te puedan robar. Estaba convencida que tendría una polla en el coño y precisamente buscando eso es que ella sale de su casa. Así que no mas sería una folladas más que podía disfrutar y ni siquiera la tuvo que pedir.