La putita de al lado quiere montar una polla
No sabía que la seguridad de su casa se podía violar de una forma tan fácil, hasta que quedó paralizado a ver como ella entro y ni siquiera tenía llave, lo bueno fue que no se trataba de alguien que le quisiera hacer daño, de ser así, lo habría hecho sin problemas. Pero luego de pasar el susto, descubre que la putita de al lado entra a su casa porque quiere montar una polla, y como buena huésped, no podía hacer otra cosa que sacársela para que ella le hiciera una mamada y luego que estuviera dura, metérsela en el coño para que tuviera la follada que fue a buscar. Antas iban por azúcar.