La madrastra se pone romántica y hay que follarla
Sentado tranquilamente en el sofá, cree que será otro día más que hace lo mismo que siempre. Y es genial para él. Un mundo sin sorpresas es lo que todo chaval espera porque quiere controlar las cosas que pasan a su alrededor. Pero no es como funciona el mundo. Porque la madrastra se pone romántica y hay que follarla. No es que él tenga opción. Ella sabe cómo hacer que se doblegue a su voluntad porque le hace una mamada de polla. Luego que la tiene dura, ya se hace la voluntad de la mujer y una rubia, con un coño caliente, es mucha tentación aunque sea la mujer de su padre.