La enfermera y la sirvienta se encargan de su polla
Un dolor en la espalada que no lo deja levantarse, tal vez puede ser haber pasado la noche con esas putas que solo quería sexo y él solo las tuvo que complacer. Es la dura vida que tiene que llevar un chico rico que no puede descansar ni es su propia casa. Porque luego que llaman a una enfermera y con la sirvienta presente, las dos se ponen muy cachondas y entonces empiezan a hacerle una mamada de polla. Luego que la tenía dura, sabía que tenía que follar a las dos zorras para dejar sus coños satisfechos porque es la dura misión que vino a cumplir a este mundo.