Su hermana llegó de fiesta y quería polla
Nada peor (o mejor) que una hermana borracha y cachonda. Nada más llegar le dejó claro al chico que tenía ganas de follar, aunque jamás habría imaginado que se trataba de una indirecta. Así que la zorrita tuvo que ser menos sutil y decirle directamente que ser lo quería follar, que quería su polla vamos. El chico se quedó perplejo pero a la vez se empalmó en décimas de segundo. Y joder, vaya coño que tenía su hermanita. Desnuda frente a él y suplicando rabo, se la tenía que meter. Tenía el coño empapado, su polla entraba totalmente lubricada por sus fluidos vaginales. Estuvieron follando un buen rato hasta que el muchacho no aguantó más y se corrió en su boca.
Al día siguiente casi no se atrevían a mirarse, aunque ambos deseaban volverlo a repetir.