El masajista era para meterle los dedos en el culo
Un día despierta, mira a su alrededor y se dé cuenta de todo lo que tiene. No es que ella haya soñado desde siempre con llegar a ese punto en su vida, porque los sueños no se hacen realidad, te pasan cosas que no esperabas que te pasara. EN cierto modo, la vida te sorprende, pero por otro lado, siempre querrás lo que no tienes. Pero lo que si puede hacer esta rellenita rica es contratar a un masajista y no para que le dé un masaje. Es para meterle los dedos en el culo y luego darle una follada anal. Ella lo puede pagar y su coño merece disfrutar la polla de un joven.