Dos compañeras de piso se comen su polla con muchas ganas
Si vives en este mundo, sabes que vivir en un lugar decente cuesta mucho más de lo que cualquier persona puede pagar, así que nos vemos obligados a compartir la casa con otras personas y entre todo pagar los gastos. Es la única forma, porque la otra es mudarse a la montaña y vivir de lo que provee la naturaleza. Pero este tío la pasa muy bien porque tiene dos compañeras de piso que se comen su polla con muchas ganas. Duermen en la misma cama y era de esperarse que cuando la otra se enterara que podían follar, terminara por ofrecer su coño para que se la metan también. Ahora ellas pagan todos los gastos y él solo tiene que mantener sus rajas felices.