Curando a un enfermo de amor
Joven circula por la calle tranquilamente cuando de repente se encuentra una madurita asiática de la cual se queda totalmente prendado en todos los sentidos. Tan fuerte es el flechazo, que cae fulminado al suelo alterado de los nervios. Ella se siente culpable por lo que le ha provocado, se lo lleva a casa e intenta hacer que se recupere de la única forma posible para que se calme.