Cuando las ganas aprietan su compañero de piso la puede follar
Las reglas se hicieron para romperlas, por eso es que esta jovencita no tiene reglas en su vida. Prefiere ser honesta siempre desde un principio y seguir sus propios instintos. De cualquier forma, esos mismos instintos llevaron a la humanidad a lo que somos hoy en día. Entonces ella no cree que deba negarse a su naturaleza. Y es que cuando las ganas aprietan, su compañero de piso la puede follar y no tiene que pagar. Porque son las ganas que la obligan a dejar que él penetre su coño sin tener que soltar dinero. Ella lo agradece con una buena mamada de cariño.