Cariño, deja el yoga y vamos a follar
Ver a mi novia adquirir posturas imposibles mientras practica yoga me pone muy caliente, no lo puedo evitar. Yo creo que la muy zorra lo sabe, porque siempre se pone a practicarlo a la hora en que sabe que llego a casa. Es seguro que en cuanto la veo solo pienso en arrancarle su ropa deportiva y meterla dentro de su coño peludo y caliente. Ella se resiste un poco, pero no puede engañarme, porque su chocho mojado lo dice todo. Así es como termina su sesión de yoga; cambia la relajación por un ejercicio de cardio como es una follada. Y para eliminar estrés, nada mejor que el orgasmo que le provoco.